Cuando llega la nieva y el frío arrecia es una acción instintiva subir la calefacción al máximo para contrarrestar el frío exterior.
Esto ha generado que la sequedad en el ambiente sea algo normal en nuestros hogares y lugares de trabajo.
Sin embargo no por ello dejamos de concentrarnos visualmente y seguimos leyendo o mirando la Tablet o el ordenador de forma constante y hasta un punto en el que parpadeamos menos de lo necesario.
Esta conjunción de sequedad en el ambiente por efectos de la excesiva calefacción y la concentración visual nos llevan a sufrir alguna que otra molestia ocular.
Para evitarlo lo idóneo es mantener nuestros hogares o trabajos con una humedad ideal entre el 40% y el 70%. Para lograrlo no se debe abusar de la calefacción, ventilar la casa diariamente y utilizar un humidificador doméstico si fuera necesario.
Si notas los primeros síntomas de sequedad ocular por este motivo, el uso de colirios humectantes o lágrimas artificiales es muy conveniente.
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