Salud Ocular Global

La salud ocular y la visión tienen implicaciones profundas y generalizadas en muchas facetas de la vida, la salud, el desarrollo sostenible y la economía. Sin embargo, hoy en día muchas personas, familias y poblaciones continúan sufriendo las consecuencias del pobre acceso a una atención oftalmológica asequible y de alta calidad, resultando en discapacidad visual y ceguera.

Se estima que en el año 2020 596 millones de personas en todo el mundo tenían problemas de visión de lejos, de las cuales 43 millones estaban ciegas. Otros 510 millones de personas tenían problemas de visión de cerca sin corregir, simplemente porque no tenían gafas para leer. Una gran proporción de los afectados (85%) vive en países de ingresos bajos y medianos (PIBM). Sin embargo, es alentador que más del 90% de las personas con discapacidad visual sean por causa prevenible o tratable para las que existen intervenciones altamente rentables. Las afecciones oculares afectan todas las etapas de la vida, en particular a los niños pequeños y las personas mayores. Crucialmente, las mujeres, las poblaciones rurales y las minorías étnicas tienen más probabilidades de tener problemas de visión y esta generalizada desigualdad debe de ser abordada. Para el año 2050, el envejecimiento progresivo de la población, el crecimiento y la urbanización podrían llevar a que aproximadamente 895 millones de personas tengan deficiencia de la visión de lejos, de las cuales 61 millones estarán ciegas. Son necesarias acciones inmediatas para priorizar la salud ocular.

Esta Comisión define la salud ocular como la visión maximizada, la salud ocular y la capacidad funcional, contribuyendo así a la salud y el bienestar general, la inclusión social y la calidad de vida. La salud ocular es fundamental para lograr muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La mala salud ocular y la deficiencia visual tienen un efecto negativo en la calidad de vida y restringen el acceso equitativo y el éxito en la educación y el trabajo. La pérdida de la visión conlleva considerables implicaciones financieras para las personas, familias y comunidades afectadas.

Aunque son escasos los datos de calidad para las estimaciones económicas mundiales, en particular para los países de ingresos bajos y medianos, los análisis conservadores basados en las últimas cifras de prevalencia del 2020 sugieren que la pérdida anual de productividad mundial por discapacidad visual es de aproximadamente 410.700 millones de dólares de paridad de poder adquisitivo. La discapacidad visual reduce la movilidad, afecta el bienestar mental, exacerba el riesgo de demencia, aumenta la probabilidad de caídas y accidentes de tráfico, aumenta la necesidad de asistencia social y, en última instancia, conduce a tasas de mortalidad más altas.

Por el contrario, la visión facilita muchas actividades de la vida diaria, conduce a mejores resultados educativos y aumenta la productividad laboral, reduciendo la desigualdad. Cada vez hay mas evidencia respaldando el potencial de la visión para avanzar en los ODS, contribuyendo a la reducción de la pobreza, el hambre cero, la buena salud y el bienestar, la educación de calidad, la igualdad de género y el trabajo decente. La salud ocular es una prioridad pública mundial, que transforma vidas tanto en comunidades pobres como ricas. Por lo tanto, la salud ocular debe reformularse como un problema de desarrollo y de salud, y se le debe otorgar una mayor prominencia dentro de las agendas mundiales de desarrollo y salud.

La pérdida de la visión tiene muchas causas que requieren intervenciones de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación. La catarata, los errores refractivos no corregidos, el glaucoma, la degeneración macular relacionada con la edad y la retinopatía diabética son responsables de la mayoría de los problemas de visión en el mundo. La investigación ha identificado tratamientos para reducir o eliminar la ceguera causada por todas estas condiciones; la prioridad es suministrar estos tratamientos donde más se necesitan. Las intervenciones de eficacia demostrada en salud ocular, como la cirugía de catarata y la provisión de gafas, se encuentran entre las más rentables de toda la atención médica. Se necesita una mayor inversión financiera para que millones de personas que viven innecesariamente con discapacidad visual y ceguera puedan beneficiarse de estas intervenciones.

Las lecciones de los últimos tres decenios dan esperanza de que este desafío se puede afrontar. Entre 1990 y 2020, la prevalencia mundial de ceguera estandarizada por edad se redujo en un 28,5%. Desde la década de los 90, la prevalencia de las principales causas infecciosas de ceguera (oncocercosis y tracoma) ha disminuido considerablemente. Se espera que para el 2030 se interrumpa la transmisión de la oncocercosis y se elimine el tracoma como problema de salud pública en todos los países del mundo. Sin embargo, el envejecimiento de la población ha llevado a una prevalencia bruta más alta de las causas de ceguera relacionadas con la edad y, por lo tanto, a un mayor número total de personas con ceguera en algunas regiones.

A pesar de este progreso, el status quo no logrará seguir el ritmo de las tendencias demográficas del envejecimiento de la población mundial ni abordará las desigualdades que persisten en cada país.

Están surgiendo nuevas amenazas para la salud ocular, incluido el aumento mundial de la retinopatía diabética, la miopía alta, la retinopatía del prematuro y las enfermedades oculares crónicas del envejecimiento, como el glaucoma y la degeneración macular relacionada con la edad. Dadas las proyecciones de aumento de estas condiciones durante las próximas décadas y la pérdida de visión asociada, se necesita actuar urgentemente para desarrollar tratamientos innovadores y brindar servicios a una escala mayor de la anteriormente lograda.

La buena salud ocular a nivel comunitario y nacional ha sido marginada como un lujo disponible solo en áreas ricas o urbanas. La salud ocular debe incorporarse urgentemente a la corriente principal de las políticas nacionales de salud y desarrollo así como a su planificación, financiación y ejecución.

El desafío consiste en desarrollar y prestar servicios integrales de salud ocular (promoción, prevención, tratamiento, rehabilitación) que aborden la gama completa de afecciones oculares dentro del contexto de la cobertura universal de salud. El acceso a los servicios no debe conllevar el riesgo a empobrecerse y los servicios deben ser de alta calidad, según lo previsto en el marco de la OMS para la calidad de la atención de la salud: eficaz, segura, centrada en las personas, oportuna, equitativa, integrada y eficiente. A este marco le sumamos la necesidad de que los servicios sean medioambientalmente sostenibles. La cobertura sanitaria universal no es universal sin los servicios de atención ocular.

Es necesario superar múltiples obstáculos para lograr la cobertura universal de la salud ocular. Algunos problemas importantes son las complejas barreras para la disponibilidad y el acceso a servicios de calidad incluyendo el costo, la gran escasez y mala distribución de personal capacitado, y la falta de equipos bien mantenidos y de consumibles. Estos problemas están particularmente extendidos en los PIBM, pero también ocurren en comunidades desatendidas en países de altos ingresos. Es necesario formar alianzas sólidas con aliados naturales que trabajen en áreas afectadas por la salud ocular, como las enfermedades no transmisibles, las enfermedades tropicales desatendidas, el envejecimiento saludable, los servicios para niños, la educación, la discapacidad y la rehabilitación. El sector de la salud ocular se ha centrado tradicionalmente en el tratamiento y la rehabilitación, y ha infrautilizado las estrategias de promoción y prevención de la salud para disminuir el impacto de las enfermedades oculares y reducir la desigualdad.

La resolución de estos problemas requerirá soluciones verificadas a través de estudios de alta calidad que puedan guiar una implementación más eficaz y a escala. Estos enfoques de base empírica deberán abordar las deficiencias existentes en la oferta y la demanda. Se necesitan a nivel

global inversiones estratégicas en investigación científica y descubrimientos que aprovechen nuevos hallazgos de diversos campos y la investigación de implementación para guiar una ampliación eficaz. Es alentador que los avances en la telemedicina, la atención en salud móvil, la inteligencia artificial y el aprendizaje a distancia tienen el potencial de asistir a los profesionales de la visión en brindar una atención de mayor calidad, más abundante, equitativa y rentable.

Esta Comisión realizó un ejercicio de priorización de Grandes Desafíos en la Salud Ocular Global para resaltar áreas clave para la investigación y la acción concertada. Este estudio ha identificado un amplio conjunto de desafíos que abarcan los campos de la epidemiología, los sistemas de salud, el diagnóstico, la terapéutica y la implementación. Los desafíos mas apremiantes, elegidos entre 3400 sugerencias propuestas por 336 personas de 118 países, puede ayudar a enmarcar la futura agenda de investigación para la salud ocular mundial.

En esta Comisión, aprovechamos las lecciones aprendidas durante más de dos décadas, presentamos la creciente evidencia del impacto transformador que la salud ocular tiene en la vida y proporcionamos una comprensión profunda de los rápidos avances en el campo. Este informe se elaboró a través de una amplia consulta en la que participaron expertos dentro y fuera del sector de la atención ocular para ayudar a informar a los gobiernos y a otras partes interesadas sobre el camino a seguir en salud ocular más allá del 2020, promover los ODS (incluida la cobertura sanitaria universal) y trabajar por un mundo donde no hay pérdida de visión evitable.

Los próximos años son un momento crucial para que la comunidad mundial de la salud ocular y sus socios en la atención médica, los gobiernos y otros sectores consideren los éxitos y desafíos de las últimas dos décadas y, al mismo tiempo, tracen el camino a seguir para las próximas décadas.

Avanzar requiere construir sobre la base sólida establecida por la OMS y sus socios en VISIÓN 2020 con un ímpetu renovado para finalmente brindar atención de salud ocular universal de alta calidad para todos.

Mensajes y recomendaciones clave

La salud ocular es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible; La visión debe reformularse como una cuestión de desarrollo.

Existe amplia evidencia demostrando que la mejora de la salud ocular contribuye directa e indirectamente al logro de muchos Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluida la reducción de la pobreza y la mejora de la productividad laboral, la salud general y mental, la educación y la equidad. Mejorar la salud ocular es una forma práctica y rentable de liberar potencial humano. La salud ocular debe reformularse como un tema habilitante y transversal dentro del marco del desarrollo sostenible.

Casi todo el mundo experimentará problemas de visión o una afección ocular durante su vida y necesitará servicios de atención ocular; es necesaria la acción urgente para satisfacer la creciente necesidad de salud ocular

En el 2020, 1.100 millones de personas tenían problemas de visión de lejos o presbicia no corregida. Para el 2050, se espera que esta cifra aumente a 1.800 millones. La mayoría de las personas afectadas viven en países de ingresos bajos y medios (PIBM) con causas evitables de discapacidad visual. Durante el curso de la vida, la mayoría de las personas experimentarán problemas de visión, aunque solo sea la necesidad de gafas para leer. Debido a las necesidades no cubiertas y al

envejecimiento de la población mundial, la salud ocular es un problema importante de salud pública y desarrollo sostenible que amerita una acción política urgente.

La salud ocular es un componente esencial de la cobertura sanitaria universal; debe incluirse en la planificación, la asignación de recursos y la prestación de servicios de salud

La cobertura de salud universal no es universal sin una atención ocular equitativa, asequible y de alta calidad. De acuerdo con el Informe mundial de la OMS sobre la visión, instamos a los países a considerar la atención en salud ocular como un servicio esencial dentro de la cobertura sanitaria universal. Para prestar servicios integrales que incluyen promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación, la atención oftalmológica debe incluirse en los planes estratégicos nacionales de salud y las políticas de desarrollo, en las estructuras de financiación de la salud y en la planificación de recursos humanos para la salud ocular. Se necesita una acción intersectorial coordinada para mejorar sistemáticamente la salud ocular de la población, también dentro de las iniciativas de envejecimiento saludable, las escuelas y el entorno laboral. Es de vital importancia la integración de los servicios de salud ocular con los múltiples componentes relacionados de los servicios de salud y a todos los niveles del sistema de salud.

Los servicios de salud ocular de alta calidad no se están prestando de manera universal; Se necesita una acción concertada para mejorar la calidad y los resultados, proporcionando una atención eficaz, eficiente, segura, oportuna, equitativa y centrada en las personas

El uso de indicadores de cobertura efectiva de servicios para catarata y errores refractivos resaltan la brecha entre las necesidades de salud visual de la población y los buenos resultados. Instamos a los proveedores de salud ocular a adoptar una visión holística para enfatizar la calidad y diseñar la prestación de servicios basada en las necesidades individuales y de la población: un enfoque centrado en las personas. Los servicios deben caracterizarse por la inclusión y la equidad en el diseño y la prestación, abordando de manera proactiva las necesidades de los grupos marginados y vulnerables mediante intervenciones específicas. Para fomentar una mejor calidad en la cirugía de catarata, apoyamos la redefinición del resultado de buena visión como 6/12 o mejor.

Las intervenciones de restauración de la visión altamente rentables ofrecen un enorme potencial para mejorar las perspectivas económicas de las personas y las naciones; se requiere un aumento importante de la inversión financiera en salud ocular

Para el 2020, estimamos que la discapacidad visual resultó en una pérdida de productividad económica de $ 410,7 mil millones; el costo total es con toda probabilidad mayor. Los tratamientos de la catarata y los errores refractivos cubrirían más del 90% de las necesidades no satisfechas y son altamente rentables. El argumento de que los países inviertan en la mejora de la salud ocular de la población es convincente y se necesitan con urgencia más recursos financieros.

Las barreras financieras para acceder a la atención oftalmológica dejan atrás a muchas personas; la salud ocular debe incluirse en la financiación nacional de la salud para repartir los riesgos

Los costos de la atención médica impiden que muchas personas accedan a servicios esenciales de salud ocular. La atención oftalmológica debe integrarse en la financiación general del sistema de salud para eliminar las barreras de costos. Para mejorar el acceso de toda la población y mitigar el gasto en atención ocular, son muy deseables los mecanismos de mancomunación de riesgos.

Los desarrollos en tecnología y tratamiento ofrecen nuevas herramientas para mejorar la salud ocular; se requiere su aplicación considerada para maximizar el potencial de mejorar la cobertura, la accesibilidad, la calidad, la eficiencia y la asequibilidad

Los desarrollos tecnológicos como la telemedicina, la atención sanitaria móvil y la inteligencia artificial ofrecen el potencial para revolucionar la atención de la salud ocular en la próxima década al brindar servicios asequibles y de alta calidad a zonas remotas. Sin embargo, se necesita precaución para garantizar que todas las poblaciones se beneficien de estos desarrollos.

El personal de salud ocular no es suficiente para cubrir las necesidades de la población en muchos países; se requiere una gran expansión en la capacidad de servicio a través de un aumento de personal, las tareas compartidas, una capacitación fortalecida, entornos laborales propicios y liderazgo efectivo

En muchas regiones hay una gran escasez de personal trabajando en salud ocular. La mano de obra disponible debe distribuirse según las necesidades de la población. La calidad de la formación del personal de salud ocular debe actualizarse, con un énfasis renovado en la competencia. Es necesario crear entornos laborales propicios que incluyan el apoyo, la supervisión y los equipos apropiados.

Los problemas existentes de baja productividad deben resolverse sistemáticamente. Se necesitan mentores y otros programas para cultivar una generación emergente de líderes en salud ocular.

Los datos fiables de encuestas y servicios son clave para el progreso en la salud ocular; Se necesitan indicadores sólidos para dar forma al cambio e impulsar la acción

Para monitorear el progreso en la mejora de la salud ocular dentro de la cobertura sanitaria universal, se necesita un conjunto equilibrado de indicadores sólidos, que describimos en esta Comisión. Los datos de servicio deben estar disponibles y ser utilizados por los implementadores y los responsables políticos para impulsar el cambio. Destacamos la escasez de datos epidemiológicos en varias regiones, que deben abordarse como una prioridad.

La investigación ha sido fundamental para los avances en el entendimiento y el tratamiento de las enfermedades oculares; se necesita con urgencia investigación centrada en soluciones y contextualmente pertinente para ofrecer estrategias innovadoras de prevención y tratamiento y orientar la implementación de la salud ocular dentro de la cobertura universal de salud

Se necesita investigación de implementación, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos, para orientar la prestación eficaz de servicios dentro de la cobertura universal de salud. La investigación de descubrimiento es necesaria para áreas específicas que permanecen sin intervenciones eficaces. El impacto económico de la discapacidad visual y los costos y beneficios de las intervenciones se conocen solo parcialmente; se necesita un esfuerzo global coordinado para recopilar datos de manera sistemática. Se requiere un cambio radical en la capacidad de los países de ingresos bajos y medianos para realizar investigaciones de salud ocular contextualmente apropiadas y un mayor compromiso para mejorar la diversidad y la inclusión en la comunidad investigadora.

Un hombre ciego recupera la vista tras un implante de córnea artificial

El CorNeat KPro, es el nombre comercial de una córnea artificial desarrollada por una empresa de Israel que se integra con la pared del ojo sin depender del tejido del donante, y que se ha implantado con éxito en un ser humano. 

La cirugía fue realizada en un hombre de 78 años con ceguera bilateral en el Centro Médico Rabin, Israel, por el profesor Irit Bahar, Director del Departamento de Oftalmología. Una vez que se retiraron los vendajes, CorNeat KPro permitió inmediatamente al paciente leer el texto y reconocer a los miembros de la familia. 

El procedimiento quirúrgico es bastante sencillo y el resultado superó todas las expectativas. El momento en que el paciente se quitó las vendas fue un momento emotivo y significativo. 

Después de años de arduo trabajo, ver a un ser humano recuperar la vista al día siguiente fue emocionalmente conmovedor, según comenta el Dr. Gilad Litvin, de la empresa CorNeat. Este es un hito extremadamente importante para CorNeat y clave para permitir que las personas de todo el mundo disfruten plenamente de su potencial de visión.

Almog Aley-Raz , cofundador de CorNeat Vision, señaló que el primer implante con néxito en en humanos de CorNeat KPro es solo el primer paso en un ensayo clínico multinacional, orientado a obtener la homologación sanitaria en muchos países.

Un total de 10 pacientes recibirán el implante en Israel, Canada, Francia, EE.UU..

El primer ensayo incluye pacientes ciegos que no son candidatos adecuados para un trasplante de córnea o que han fallado. Dado el rendimiento visual de este dispositivo, el tiempo de curación y retención esperados, y el hecho de que no puede transmitir enfermedades, se planea iniciar un segundo estudio a finales de este año con indicaciones más amplias para aprobar la córnea artificial como tratamiento de primera línea, desplazando el uso de tejido de donante utilizado en trasplantes de córnea de espesor total «.

El implante CorNeat KPro está diseñado para reemplazar córneas deformadas, con cicatrices u opacificadas y se espera que rehabilite completa e inmediatamente la visión de pacientes con ceguera corneal tras un procedimiento de implantación relativamente simple.

Si bien los implantes de córnea artificial ya existían antes y no son una novedad en oftalmologúa, CorNeat requiere de una cantidad mínima de incisiones y puntos de sutura. Normalmente las cirugías oculares con implantación de córnea artificial son la última opción a la que recurren los especialistas, ya que las intervenciones son muy complejas e implican riesgos para los pacientes.

¿Por qué cerramos los ojos con fuerza cuando estornudamos?

Todos sabemos cómo ocurre un estornudo. Lo que no sabemos es por qué nuestros ojos se cierran automáticamente cuando lo hacemos.

Esto evita que se te salgan los ojos al estornudar, pero es una leyenda urbana, al menos en su mayor parte. 

La Dra. Rachel Vreeman descubrió una historia de 1882 en el New York Times sobre una mujer cuyo globo ocular saltó de su órbita (conocido como subluxación del globo ocular) después de estornudar.

Según el relato, publicado el 30 de abril de 1882, una mujer “tuvo un accidente singular anteayer. Mientras viajaba en un tranvía, sufrió un ataque repentino de estornudos y estalló uno de sus globos oculares, por lo que desde entonces ha estado sufriendo un dolor mut intenso «.

La realidad es que no hay evidencia médica moderna de subluxación del globo ocular por estornudos, solo se han documentado casos muy raros en personas, pero al vomitar violentamente y con un historial de problemas en los músculos oculares.

El hecho de que los músculos de los párpados no tengan la fuerza para mantener los ojos abiertos al estornudar no significa que permitirán que salgan durante un estornudo violento.

Seis músculos extraoculares sostienen firmemente el ojo en la cuenca, lo que hace casi imposible la subluxación del globo ocular.

Y aunque puedas sentir como si la presión se acumulara en la cara antes de estornudar, no aumenta en los ojos. El conducto nasal, por donde pasa el aire, está separado del ojo por unos huesos y membranas.

Entonces, ¿Por qué cerramos los ojos con fuerza cuando estornudamos?

Es un reflejo involuntario, nuestro cerebro envía este mensaje muscular, una parte del mensaje es cerrar los ojos. Es similar a un reflejo tendinoso profundo.

Un reflejo tendinoso profundo es lo que sucede cuando un médico golpea una rodilla con un pequeño martillo y las rótulas se mueven. Es simplemente una respuesta corporal incontrolada. 

Otras teorías han comentado que cerramos los ojos al estornudar para protegernos de los alérgenos y el reflejo de cerrar los ojos podría haberse desarrollado como una defensa adicional. ¿Quién sabe?

Más información oftalmólogo en Granada

La Universidad de Granada demuestra que los filtros de luz azul no alivian la fatiga visual

Investigadores del departamento de Óptica de la Universidad de Granada han demostrado que los filtros de luz azul, empleados frecuentemente en pantallas electrónicas de teléfonos móviles, ordenadores o tablets, no suponen un alivio de la sintomatología visual asociada al uso de estos dispositivos, ni afecta a la capacidad para enfocar a una determinada distancia.

Los resultados de este trabajo señalan que estos filtros diseñados para bloquear la luz azul de dispositivos electrónicos no tienen ningún efecto sobre síntomas visuales como fatiga ocular, enrojecimiento, irritación, visión borrosa o visión doble.

Además, no modifican un marcador objetivo de la fatiga visual, la respuesta acomodativa, que se define como la capacidad para mantener enfocado un estímulo y obtener una imagen nítida.

Estos hallazgos son de gran relevancia, dada la controversia que existe en torno a los efectos nocivos asociados a la exposición a luz azul en el sistema visual, y la gran comercialización de ayudas ópticas para bloquear la luz azul que se viene realizando en los últimos años.

Según explica la autora principal de este trabajo, Beatriz Redondo Cabrera, del departamento de Óptica de la Universidad de Granada, existe evidencia de que la exposición a luz azul asociada al uso de dispositivos electrónicos provoca alteraciones de los ritmos circadianos y el sueño.

“El uso prolongado de dispositivos electrónicos a distancias cercanas ha sido asociado a fatiga visual, y se ha especulado que la exposición a luz azul podría ser la causa principal. Basándose en suposiciones, fabricantes de tecnologías ópticas han encontrado una nueva forma de ampliar su negocio incorporando filtros de luz azul en las lentes oftálmicas, las lentes de contacto, las lentes intraoculares y los filtros de pantalla de ordenador, afirmando que estos filtros reducen la fatiga visual asociada a dispositivos electrónicos”, indica la investigadora de la UGR.

No obstante, el uso generalizado de la tecnología de bloqueo azul no cuenta con el apoyo de la mayor parte de la comunidad científica debido a la falta de evidencia al respecto.

La inversión del reloj biológico restaura la visión en ratones de edad avanzada

Recuperar la visión en las personas que la han perdido por distintas enfermedades, como el glaucoma o la degeneración macular o retiniana es una de las fronteras a las que la investigación científica apenas ha llegado.

En la revista Nature se ha publicado un estudio prometedor. Los investigadores han restaurado la visión en ratones de avanzada edad y en ratones con nervios retinianos dañados al restablecer algunas de las miles de marcas químicas que se acumulan en el ADN a medida que las células envejecen. El trabajo, publicado este mes de diciembre en Nature, nos da un nuevo enfoque para revertir el envejecimiento relacionado con la edad, mediante la reprogramación de algunas células a una etapa «más joven» en el que son más capaces de reparar o reemplazar el tejido dañado.

Pero los investigadores también advierten que el trabajo hasta ahora, se ha realizado solo en ratones, y queda por ver si el enfoque sirve también en personas u otros tejidos y órganos que envejecen por el tiempo.

El envejecimiento afecta al cuerpo de múltiples formas, entre ellas, la adición, eliminación o alteración de grupos químicos como los metilos en el ADN. Estos cambios ‘epigenéticos’ se acumulan a medida que una persona envejece, y algunos investigadores han propuesto rastrear los cambios como una forma de calibrar un reloj molecular para medir la edad biológica, una evaluación que tiene en cuenta el desgaste biológico y puede diferir de la edad cronológica.

Se ha planteado la posibilidad de que los cambios epigenéticos contribuyan a los efectos del envejecimiento. Si los cambios epigenéticos son un factor de envejecimiento, ¿se puede restablecer el epigenoma?.

Hace unos años un estudio demostró los efectos de cuatro genes en ratones modificados genéticamente para envejecer más rápidamente de lo normal. Ya se sabía que la activación de estos genes podría hacer que las células perdieran su identidad de desarrollo, las características que hacen que, por ejemplo, una célula de la piel se vea y se comporte como una célula de la piel, y vuelva a un estado similar al de una célula madre. Pero en lugar de activar los genes y dejarlos así, el estudio los activó solo por unos días y luego los apagó nuevamente, con la esperanza de revertir las células a un estado ‘más joven’ sin borrar su identidad.

El resultado fueron ratones que envejecieron más lentamente y tenían un patrón de marcas epigenéticas indicativas de animales más jóvenes. Pero la técnica tenía desventajas: trabajos anteriores habían demostrado que si los genes están presentes en copias adicionales o se expresan durante demasiado tiempo, algunos ratones desarrollan tumores.

El genetista Yuancheng Lu buscó una forma más segura de rejuvenecer las células. Dejó sin activar uno de los cuatro genes utilizados, uno que está asociado con el cáncer, y metió los tres genes restantes en un virus que podría transportarlos a las células. También incluyó un interruptor que le permitiría activar los genes. 

Debido a que los mamíferos pierden la capacidad de regenerar componentes del sistema nervioso central en las primeras etapas del desarrollo, escogieron los nervios de la retina del ojo. Primero inyectaron el virus en el ojo para ver si la expresión de los tres genes permitiría a los ratones regenerar los nervios lesionados, algo que aún no se había demostrado que hiciera ningún tratamiento.

El equipo continuó demostrando que el sistema mejoró la agudeza visual en ratones con pérdida de visión relacionada con la edad o con aumento de la presión dentro del ojo, un sello distintivo de la enfermedad del glaucoma. El enfoque también restableció los patrones epigenéticos a un estado más juvenil en ratones y en células humanas cultivadas en el laboratorio.

Aún no está claro cómo las células conservan la memoria de un estado epigenético más juvenil. La historia de la investigación sobre el envejecimiento está plagada de promesas incumplidas que no lograron dar el salto a los humanos. 

¿Debemos usar protectores faciales para protegernos del COVID-19?

Un estudio publicado en JAMA Ophthalmology realizado en la provincia de Hubei, China, relaciona un menor riesgo de contagio de coronavirus por el uso de gafas.

¿Esto significa que cualquier persona debería usar protección para los ojos para prevenir COVID-19 igual que usamos mascarilla? No exactamente.

Según la Academia Estadounidense de Oftalmología no hay suficiente información científica contrastada para recomendar que las todas personas comiencen a usar protección para los ojos además de las mascarillas.

El estudio se ha realizado sobre una pequeña porción de la población y necesitaríamos un estudio mucho más amplio antes de sacar conclusiones sobre si el uso de gafas realmente protege del coronavirus. El único hecho contrastado es que las personas que llevan gafas se tocan los ojos con menos frecuencia y, por lo tanto, disminuye las tasas de infección.

El coronavirus se puede transmitir a través de los ojos cuando una persona infectada tose o estornuda cerca de los ojos de otra persona o si se toca un objeto infectado antes de tocarse el ojo.

Un posible vínculo entre las gafas y el coronavirus

El estudio surgió de una curiosa observación realizada por investigadores en China. Se dieron cuenta de que había un porcentaje menor de pacientes con gafas.

Quizás sea debido a que las gafas evitan que nos toquemos tanto los ojos, también puede ser que las gafas actúen como una barrera parcial, protegiendo los ojos de las salpicaduras de una tos o un estornudo. 

¿Debería usar protección para los ojos para prevenir COVID-19?

Si bien es demasiado pronto para decir que todos deberían usar protección para los ojos, usar protectores faciales tiene sentido para los trabajadores de atención médica de primera línea y las personas que cuidan a las personas con el virus. 

Para el resto de nosotros, usar una máscara, lavarse las manos con frecuencia y practicar el distanciamiento social siguen siendo nuestra mejor apuesta contra el virus.

Descubren una prometedora línea de investigación para la retinopatía

Investigadores estadounidenses ha hecho púbico una nueva terapia para una serie de enfermedades oculares como la retinopatía y la retinopatía diabética, que afectan a bebés prematuros y adultos.

El estudio que aparece publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos han identificado un compuesto que podría dar lugar a terapias para una serie de enfermedades oculares que incluyen la retinopatía del prematuro y la retinopatía diabética .

Potencialmente, incluso los pacientes con una progresión avanzada de la enfermedad podrían experimentar una mejora, según afirma Courtney Griffin, autora principal del estudio.

Varios trastornos oculares se ocasionan cuando los vasos sanguíneos crecen fuera de control en la retina. En estas formas de retinopatía, la red de vasos sanguíneos impide que la luz llegue a la retina, que es como vemos. El crecimiento excesivo causa problemas de visión que pueden avanzar hasta provocar la ceguera total.

La retinopatía en los bebés prematuros, vinculado a los altos niveles de oxígeno en las incubadoras, se interrumpe el desarrollo normal de los vasos en el ojo.

A menudo se resuelve de forma natural con el tiempo, pero no siempre, y en estos casos, el daño a la visión puede ser irreversible.

Cuando se estudiaron los ratones recién nacidos, los investigadores encontraron que los niveles de una clase específica de proteínas celulares incidía en los vasos sanguíneos de los ojos de los de los ratones.

Así se planteó la hipótesis de que estas proteínas celulares podrían ser un ‘interruptor’ importante para eliminar los vasos en un modelo neonatal»

Los métodos actuales, de cirugías invasivas o inyecciones de por vida en el ojo, solo evitan que la enfermedad avance y, a menudo, tienen complicaciones graves.

Los investigadores identificaron un compuesto experimental que desactiva las proteínas. El compuesto solo afectó los vasos sanguíneos anormales con un flujo sanguíneo lento. Se salvaron los vasos normales necesarios en un ojo sano.

Los hallazgos abren la puerta a terapias personalizadas para revertir la pérdida de visión. También puede tener implicaciones en el encogimiento de tumores que contienen vasos sanguíneos anormales en otras partes del cuerpo.

El equipo de investigación está estudiando el compuesto en modelos de enfermedades oculares en adultos.

Se necesita más investigación, pero podría ser un gran avance en el tratamiento de la pérdida de la visión en pacientes de todas las edades.

Conjuntivitis infantil, síntoma poco estudiado de la COVID-19

Un estudio publicado hace unas semanas en la revista médica JAMA Ophthalmology indica que los niños pueden experimentar síntomas de la COVID-19 relacionados con los ojos con mayor frecuencia que los adultos.

El estudio realizado en la ciudad china de Wuhan, donde se detectó por primera vez el nuevo coronavirus el año pasado, examinó a 216 niños positivos de Covid-19 con edades entre 2 y 11 años. 

Muchos pacientes sintomáticos tenían síntomas comunes de coronavirus como fiebre y tos, pero el 22,7% de los niños estudiados mostraron diversas manifestaciones oculares. 

Otros estudios anteriores había comprobado que la conjuntivitis en pacientes adultos con coronavirus presentan una tasa mucho menor de 1% a 3%.

Los niños presentan conjuntivitis con frecuencia por lo que no debemos alarmarnos si nuestro hijo tiene esta afección ocular. Los síntomas oculares por sí solos, probablemente no sean un signo del virus. Pero si su hijo ha estado expuesto al virus o si tiene otros síntomas, como fiebre o tos, si que deberá llamar a los servicios de salud.

Los niños con conjuntivitis deben quedarse en casa, tengan o no el coronavirus. La forma más común de conjuntivitis se transmite fácilmente de persona a persona. 

Consejos para no infectar a otras personas ni reinfectarse:

Utilizar una toalla o un pañuelo limpio cada vez que nos limpiemos la cara y los ojos.

Lávarse las manos con frecuencia. Lavarse siempre las manos antes y después de comer, cuando vayas al baño y después de estornudar o toser.

Tratar de no tocarse los ojos. Si es así, lavarse las manos de inmediato.

Las bacterias pueden vivir en el maquillaje. La conjuntivitis se puede contagiar mediante el uso de maquillaje e incluso provocar una peligrosa infección de la  córnea . No usar maquillaje de ojos  mientras sus ojos estén infectados. Reemplaza tu maquillaje si tienes una infección en los ojos. Y nunca compartas el maquillaje de ojos con otras personas.

Asegúrese de  limpiar bien las lentes de contacto  exactamente como lo recomiende su oftalmólogo .

Si crees que tu hijo tiene conjuntivitis, comuníquese con su oftalmólogo para analizar los síntomas y las opciones de tratamiento .

Descubren células madre en el nervio óptico por primera vez

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland han encontrado células madre en el área del nervio óptico que transmite señales del ojo al cerebro.

El estudio, que se describe en Proceedings of the National Academy of Sciences , proporciona una nueva perspectiva sobre el glaucoma.

Para llevar a cabo la investigación, los científicos examinaron la lámina del nervio óptico, una banda de tejido de 1 mm de ancho entre la retina y el nervio óptico.

Después de 52 ensayos, las células madre neurales se cultivaron con éxito.

El director del estudio, Steven Bernstein, destacó que las células están presentes en el nervio óptico desde el nacimiento y ayudan a nutrir las fibras nerviosas que forman el nervio óptico.

«Sin estas células, las fibras pueden perder su resistencia al estrés y comenzar a deteriorarse, causando daño al nervio óptico, que en última instancia puede conducir al glaucoma».

El equipo de investigación planea realizar estudios en ratones modificados genéticamente para investigar cómo el agotamiento de las células madre de la lámina contribuye a enfermedades como el glaucoma.

La nueva aplicación de Google para personas con problemas de visión

La realidad aumentada y la inteligencia artificial tienen un potencial enorme para mejorar la vida cotidiana de las personas que tienen problemas de visión.

Ya sea por miopía o por algún otro defecto visual, en algunas ocasiones necesitamos que nos lean un texto. Google ha anunciado el lanzamiento de una nueva aplicación de accesibilidad a la que han llamado Lookout.

Esta aplicación utiliza la cámara de nuestros móviles para ayudarnos a reconocer el entorno, siendo capaz de leernos cualquier texto en voz alta, describir objetos o incluso analizar etiquetas nutricionales.

Esta aplicación puede leer y decirnos en voz alta cualquier texto captado por la cámara, puede escanear objetos y códigos de barra para mostrar información nutricional, también describir los objetos vistos por la cámara, es capaz de tomar un documento y extraer todo el texto o es capaz de escanear e indicarnos el valor de un billete.

La app está completamente en castellano, aunque entiende mucho mejor los textos en inglés y está disponible ya en este enlace para teléfonos Android.